Al principio de la
Segunda Guerra Mundial, Inglaterra dominaba las aguas del Atlántico y del Mar
del Norte lo que permitía disponer de rutas comerciales y de abastecimiento con
EEUU. Sin embargo, Alemania no estaba dispuesta a permitir esa supremacía
marítima de su principal rival de modo que comenzó una carrera armamentística naval por
desarrollar los barcos más grandes y potentes. En esta competición también
entraron EEUU y Japón.
Mina submarina. Muchas siguen activas. |
Vista aérea de un convoy naval. |
Los alemanes, como en la Primera Gran
Guerra, hicieron uso intensivo de los submarinos,
pero el éxito de sus U-Boote quedó aminorado por
el empleo de las minas submarinas, cargas de profundidad y
el agrupamiento de los buques aliados en convoyes fuertemente
protegidos.
Carga de profundidad y su disparador. |
Los enormes buques acorazados de superficie poco pudieron hacer frente a los ataques de las aeronaves, procedentes bien de bases situadas en tierra firme, bien de buques preparados al tal efecto: los portaaviones. En algunos escenarios como el del Pacífico la guerra se decidió por la acción de los mismos. La destrucción de los que poseía la marina japonesa en las batallas de Midway (1942) y Golfo de Leyte (1943) inclinaron la balanza a favor de Estados Unidos.
A continuación algunas fotos de los barcos más destacados de la IIGM:
Acorazado clase Bismarck, Alemania - Batalla del Estrecho de Dinamarca |
Acorazados clase King George V, Inglaterra -
Batalla del Estrecho de Dinamarca |
Portaaviones clase Essex, EEUU -
Guerra del Pacífico |
Acorazados clase Yamato, Imperio del Japón -
Guerra del Pacífico |
Acorazados clase Iowa, EEUU -
Guerra del Pacífico y otras campañas posteriores |